Una violación

Violaron a mi chica delante mío, sin poder hacer nada...

La boca seca, las piernas tensas, el corazón apunto de salirse por la garganta. La carrera por las calles era frenética. No veía más que la acera pasar volando bajo mis pies. Cojida de mi mano estaba Silvia, su paso nos retrasaba de manera desesperante. Sus jadeos daban muestra que ya no podía correr más. Su cara era de agotamiento, su mirada al suelo procurando no tropezar con sus propios pasos, ya patosos por el esfuerzo.

Nos iban atrapar.

-Corre, Silvia Correee!!! – ella no podía ni resp...