Karina, tres gringos y un mexicano.
Finalmente accedí, nos acercamos a una banca donde había cierta iluminación, él se sentó, le entregue mi bolso y mi abrigo, me desabrocho el vestido y con su ayuda me lo quité, quedando en lencería frente a él
(Este relato es una secuela de la saga de Las aventuras de Daniela y Karina, si quieren que continúe esa saga déjenlo en los comentarios)
Contacté a Roberto por internet, era un hombre de lo más agradable, con mis veinte años no podía desear un hombre como él, 44 años, fornido, 2,10 m de alto, moreno cabello, quebrado desaliñado, una barba mal rasurada, esperaba mucho placer al conocerlo, me presenté en el chat…
-Hola soy Karina.
-Hola soy Roberto, dime cómo eres.
-Bueno, soy alta, m...