Aventura inesperada en el autobús.
Las ventajas de coger el autobús cuando está casi vacío...
Una noche de martes cualquiera esperaba en la parada de bus de la universidad. Era principios de junio y a pesar de solo llevar un vestido vaporoso estaba consumida en el caloroso clima sevillano. Me había quedado hasta tarde terminando un trabajo grupal y mis compañeros se habían ido en bicicleta. A esas horas los autobuses estaban casi vacíos y ni siquiera hacían el recorrido completo.
Cuando al fin llegó, me subí a la parte de atrás del todo. Solo había un par de mujeres de unos treinta años charla...