El Lobo está? 1

En el relato anterior, (El Lobo está?), les había contado como mi sobrino, al que introduje en el mundo de la zoofilia, había logrado atraer a su hermana y a su madre a su nueva actividad sexual y había logrado que me contara los detalles de cómo esto había ocurrido. Lo que sigue es también parte de nuestras experiencias.

El Lobo está? – 1

En el relato anterior, (El Lobo está?), les había contado como mi sobrino, al que intoduje en el mundo de la zoofilia, había logrado atraer a su hermana y a su madre a su nueva actividad sexual y había logrado que me contara los detalles de cómo esto había ocurrido. Lo que sigue es también parte de nuestras experiencias.

Una vez enterado de todo el asunto y habiendo nos confabulado para disfrutar de su hermana, su madre y mi mujer también, decidimos regresar a la casa par...

El Lobo está?

A consecuencias de un hecho ocurrido en el pasado, Roberto introduce a su madre y a su hermana en el mundo de la zoofilia.

El Lobo

Esta historia está relacionada con otras que escribí hace algún tiempo sobre una fantasía sexual y zoofílica (Terror zoofílico 1, 2, 3) y sus consecuencias.

Los actores de aquella historia fuimos mi sobrino, el perro del vecino, el vecino y yo, en un balneario de la costa atlántica.

Esta historia se desarrolla en una ciudad del interior del país de la cual es originaria mi esposa y su familia.

Para vacaciones decidimos pasar unos días por allá y así visitar a toda su par...

Sueños mojados

Cuando los sueños pasan a formar parte de la realidad, todos los parámetros mentales sufren un sacudón y debemos reordenar nuestra forma de pensar para sobrellevar con éxito el reajuste.

Cuando los sueños pasan a formar parte de la realidad, todos los parámetros mentales sufren un sacudón y debemos reordenar nuestra forma de pensar para sobrellevar con éxito el reajuste.

Leyendo las historias que los lectores suben a Internet, he decidido compartir algunas de mis experiencias que espero les agrade.

Todo comenzó por exceso de trabajo. Dada mi forma de ser algo obsesiva con todo lo que emprendo, siempre termino súper estresado, sobre todo en lo que tiene que ver con lo labora...

Sorprendente pesquería

Un día de playa con la familia puede devenir en una experiencia inolvidable.

Llegó a la arena cargando todos los implementos que la familia iba a necesitar para pasar una tarde de playa, fue dejando todo sobre la arena y a continuación armó la sombrilla, extendió las lonetas, les puso protector solar a su mujer y a los hijos, y recién después de todo eso miró a su alrededor.

La mayoría eran familias como la de él, con muchos chicos, pero a menos de cinco metros un cuerpo sensacional, piel absolutamente bronceada, un cabello castaño claro que probablemente el sol había de...

Terror zoofílico (2)

Una vez rotas las barreras ya nada podía detenerlos.

TERROR ZOOFÍLICO – 2

Luego de todo este ajetreo, Beto se fue al baño y yo regresé a la parrilla, estaba en eso cuando regresaron las mujeres de su paseo. La cena estuvo tranquila y se conversó de todo, el ambiente relajado y las mujeres ignorantes de lo acontecido no entendían las indirectas que nos mandábamos Beto y yo.

Al día siguiente mucha playa y paseos al centro con toda la familia no dieron oportunidad para que pudiéramos conversar, así que solo había miradas cómplices y risas s...

Terror zoofílico (3)

En el tercer y último de la serie, las cosas se ponen muy calientes.

TERROR ZOOFÍLICO – 3

El resto de la tarde lo pasamos durmiendo en la playa, y nuestro broceado era cada vez mas intenso, al igual que nuestra conversación, que ahora versaba sobre el tema que teníamos en común, nuestra incestuosa relación. A mi me preocupaba que alguien pudiera descubrir lo que estaba pasando, lo que motivaría un gran revuelo a nivel familiar y ni que hablar a nivel conyugal.

Beto me decía que le quedaba una semana de vacaciones, que debíamos aprovechar al máximo, ya q...

Terror zoofílico (1)

Un deseo reprimido por años tiene su recompensa inesperadamente.

TERROR ZOOFÍLICO - 1

Las vacaciones transcurrían apaciblemente en aquel balneario de la costa atlántica. el tiempo en ese enero era particularmente estable y nos permitía gozar de unos días soleados y unas noches verdaderamente agradables.

Mi mujer y yo teníamos algunos invitados, desde el interior del país había venido su cuñada con sus dos hijos, una niña de 10 años y un varón de 17, Roberto.

Los días transcurrían alegremente, entre horas de playa y entretenimientos inventados p...