Sin medir las consecuencias (III)
Sin medir las consecuencias (III)...
El centro de control de la empresa de seguridad que había sido contratada para vigilar el polígono industrial estaba totalmente tranquilo en aquel atardecer de verano. Desde una pequeña habitación en un extremo del complejo se controlaban las cámaras de control remoto instaladas en las naves industriales y las calles principales. Asimismo se recibian los partes de radio de los vigilantes que por parejas hacían rondas en sus coches todo terreno.
Mediante un ordenador se accedía a las bases de datos con...