El cuidacoches de mi calle

Un personaje nuevo en el barrio detona mi alarma: tengo que poseerlo!.

Esta historia sucedió ya hace unos años, pero bien vale la pena recordarla. Yo vivía en un viejo edificio de la ciudad de Montevideo, en pleno centro, en un apartamentito realmente acogedor. Todos los días hacía las compras en un supermercado que queda a dos calles de mi edificio, una rutina que seguía con gusto, ya que la aprovechaba para franelear un poco con los pibes de la verdulería (unos pendejos cachondos que me decían cosas del estilo "¿cómo te gusta la banana?, ésta que tengo hoy está bien du...