Infidelidades (2a Confesión: En el Caribe)

...dormitaba en mi pecho… yo la vista fija en el techo. El dulce e innegable placer de un orgasmo que se alejaba lentamente, la tibieza del abrazo después de éste, las mieles de haberlo hecho con alguien diferente… la culpa de la infidelidad. Todo mezclado me da vueltas en la cabeza.

Infidelidades (Segunda Confesión: En el Caribe)

Es un sentimiento extraño el recordarlo… ella dormitaba en mi pecho… yo la vista fija en el techo. El dulce e innegable placer de un orgasmo que se alejaba lentamente, la tibieza del abrazo después de éste, las mieles de haberlo hecho con alguien diferente… la culpa de la infidelidad. Todo mezclado me da vueltas en la cabeza.

Una mano baja hasta mi entrepierna y suavemente acaricia mi pene que empieza a ponerse rígido, en parte por los rec...

Infidelidades (3a Confesión: El Congreso)

...así comencé a disfrutar la excitación que me iba inundando. Lo que nos llevó a una pasión más intensa, sus manos habían bajado hasta mis nalgas acariciando con fuerza su redondez sobre la delgada tela del vestido. Entonces...

Infidelidades (Tercera Confesión: El Congreso)

— Esta vez te voy a contar algo que sucedió hace varios años. — dijo Yess. — antes de casarnos, cundo éramos novios.

El día de trabajo había sido cansado, yendo y viniendo, supervisando el trabajo de las edecanes, verificando que todo estuviera en orden y que se atendiera bien a los doctores. Un congreso de especialistas como tantos otros en los que había estado.

Como siempre, todos los asistentes a la convención se detenían y hacían...

Infidelidades (Primera Confesión)

Una noche al calor de caricias mutuas y el contacto de nuestras pieles desnudas pedía a Yess que me contara alguna vez con otro hombre… una infidelidad. — ¿Y tú me contarás alguna? — preguntó admitiendo así que sí tenía historias que contar.

Infidelidades (Primera Confesión)

Como parte de nuestro crecimiento como pareja, una noche al calor de caricias mutuas y el contacto de nuestras pieles desnudas pedía a Yess que me contara alguna vez con otro hombre… una infidelidad. Por supuesto que ella no lo hizo guardo silencio y me besó apasionadamente.

— Anda cuéntame — insistí acariciando sus nalgas y besando su cuello.

— ¿Y tú me contarás alguna? — preguntó admitiendo así que si tenía historias que contar.

— Si.

As...

Se fué a un Chippendale

Seguramente lo habría escogido después de verlos a todos, y sabiendo sus gustos sería del tipo rudo, muy masculino y de buen cuerpo.¿Hasta donde llegaría Yess? ¿Sólo vería? ¿Se atrevería a más? ¿Permitiría que se la metiera?

Se fue a un Chippendale

Voy a describir como empezamos en esto Yess y yo, lo voy a narrar en tercera persona porque considero que así me agrada más como suena. Esta primera historia la escribo yo, Beto. Yess no sabe aun lo que estoy haciendo, pero antes de publicarla voy a leérsela e invitarla a que las siguientes historias las narre ella o los dos juntos. Sin más preámbulos empecemos con la narración.

Aquí se narra la historia de una pareja que recientemente ha probado las mieles del mund...

La verga del Stripper

El Stripper la tomó de la mano y la invitó a pasar, ella, excitada se levantó y volvió la vista a su marido preguntándole sin hablar si estaba de acuerdo en que pasara. Ella deseaba que se lo permitiera.

La Verga del Striper

El show de strippers en el bar empezó como de costumbre, salió el primero de ellos, se quitó toda la ropa al ritmo de la música. Aunque Yess nunca lo ha dicho abiertamente, lo disfruta, no quitaba la vista del musculoso cuerpo del muchacho mientras acariciaba la pierna de su pareja que a su vez también acariciaba su muslo.

Al pasar el primero de los strippers junto a su mesa, Yess estiró su mano y acarició las duras nalgas desnudas del bailarín. Este entendió la carici...