Historias de C. Un fin de semana de cabaña 3

C continúa haciendo realidad su fantasía en ese fin de semana en una cabaña con su Señor.

El olor a café la despertó, abrió los ojos, palpó la cama y su Señor no estaba, encendió la luz de la mesita, ¿pero qué hora era?

Se levantó, abrió la cortina, abrió la ventana y los porticones, hacía un sol de mil demonios. Fue al lavabo, se lavó las manos y la cara, odiaba estar así, quería ducharse. Salió al salón-comedor.

-Buenos días bella durmiente, ¿te apetece un café?

Todo estaba de nuevo en su lugar, como si allí no hubiera pasado nada

-Buenos días mi Señor, ¿puedo ducharme?...

Historias de C. Un fin de semana de cabaña 2

Esta es la continuación del fin de semana en la cabaña, C anhelaba ser sometida un fin de semana completo, hasta ahora, por su condición de casada sólo había podido disfrutar de sesiones de unas horas o alguna vez una noche completa, pero nunca había pasado un fin de semana con su Señor.

C se encontraba extrañamente tranquila, estaba feliz de haber podido correrse tocándose boca arriba, en su vida lo había logrado ella sola.

Había encendido un pequeño fuego en la chimenea, por dar calidez puesto que en aquella época del año no hacía frío, tomaron vino y cava tranquilamente sentados delante de la chimenea, brindando primero porque C había conseguido correrse por primera vez sola boca arriba y después hablando de cosas triviales y random.

La estancia era pequeña, en el mismo espac...

Carga completa

Pisando fuerte, así me siento cuando quedamos.

Hoy me despierto antes de que suene el despertador, con la sensación de tener diez veces más energía que cada mañana, me pasa cada vez que quedamos, es como si mi cuerpo y mi mente estuvieran alerta para no quedarme dormida, hasta parece que el desayuno tenga más sabor, miro el móvil buscando un mensaje que sé no va a estar, es demasiado pronto. Me ducho, me perfumo, me visto con la ropa que selectivamente he preparado la noche anterior, aún así me asaltan las dudas de última hora, mi estado me envalentona...

Historias de C. Un fin de semana de cabaña

C hacía tiempo que fantaseaba con un fin de semana completo con su Señor, y fantaseaba con la idea de estar sometida en una cabaña en el bosque, tenían las sesiones con cierta periocidad pero entre semana por su poca disponibilidad, al fin pudo liberar un fin de semana para realizar su fantasía.

C es una mujer de cuarenta y pocos, casada, con hijos y con oscuras fantasías que la llevan a permitirse tener ciertos paréntesis en su vida que la hacen sentir viva. Tardó varios años en encontrar a su Señor, que la acompañó, aleccionó y guió hasta que fue eso, su Señor.

C salió de trabajar, se subió en el coche de su Señor, llevaba su bolso y una pequeña mochila con su neceser, un par de bragas limpias y unos zapatos de tacón.

Su señor cogió los bultos y los depósito en el asiento trasero.

...

Sesión con C

C acude a una nueva sesión con su Amo, donde hará realidad otra de sus muchas fantasías... Atada, encapuchada, emputecida, un nuevo cóctel de sensaciones para su vida oculta

Esta es una sesión de C como sumisa, C es una mujer de 40 años, casada, con hijos y con oscuras fantasías que la llevan a permitirse temer ciertos paréntesis en su vida que la hacen sentir viva. Tardó años en encontrar su Amo que la acompañó, aleccionó y guió hasta que fue eso.... Su Amo.

Estaban ya en sesiones muy avanzadas dónde además de haber hablado de todo y conocerse bien, ella se había entregado por completo.

Carolina recibió el mensaje para el encuentro.

Zorrita, lo tengo todo dispuesto...

Fué ella o fué él?

A veces en la vida, hay cosas que ocurren el día menos pensado y casi por casualidad

Apresurado se metió en el primer bar que vio, la lluvia le pilló por sorpresa, no parecía que iba a llover del modo en que lo hacía, sin paraguas llegó con la parca empapada, suerte que su mochila aguantaba bien el agua. Abrió la puerta que hizo sonar una suave campanilla, y una vez dentro se pasó la mano por su mojado pelo. Miró a su alrededor, todo el mundo seguía a lo suyo, a él le pareció que allí dentro el mundo se había detenido. Era una cafetería grande, al estilo de los años 30, el suelo estaba conf...