El despertar de la líbido. Cap. 4: bañera de zinc

El despertar libidinoso de una madre a manos de su querido hijo

La oportunidad del siguiente paso, el del primer contacto físico, llegaría a las tres semanas de la paja en el baño.

Cada tres o cuatro días, se repetía el ritual: yo anunciaba a bombo y platillo que me iba al baño, dejaba la puerta entreabierta y me dedicaba una masturbación lenta, gustosa, haciendo comentarios, sin ser explícitos, dirigidos a mi hermosa madre. Ella, furtiva, espiaba mi quehacer, ignorando que su presencia no pasaba desapercibida. Posteriormente, en la soledad de su dormitorio, ell...

El despertar de la líbido. Cap. 3: lo indebido

El despertar libidinoso de una madre a manos de su querido hijo

  • Má, me voy a la cama.- El reloj del salón marcó las 23:00.

El día había transcurrido de forma poco natural entre ambos, con mi madre esquivándome en todo momento. Cada vez que me dirigía a ella, su cara se enrojecía y me evitaba la mirada, respondiendo con monosílabos.

Durante el almuerzo, ella rehuía toda conversación. Decidí hacerle más llevadero el resto del día, pues aquella situación se me podía ir de las manos.

  • Me voy a la playa, má. Vengo para la cena.

La cena fue más de l...

El despertar de la líbido. Cap. 2: Furtiva

El despertar libidinoso de una madre a mano de su querido hijo

Desde aquella noche, jamás volví a mirar a aquella mujer como mi madre.

Me lo propuse e iba a lograrlo: debía despertar su líbido; hacerle ver que podía disfrutar del sexo sin necesidad de recurrir a la imaginación. Había decido hacer salir de aquella prisión toda la lujuria privada de libertad, por culpa de su retrógrada mentalidad y el encasillamiento de la sociedad en los pequeños pueblos pesqueros, tan anclados en los ideales machistas, más típicos de siglos pasados.

No sería tarea balad...

El despertar de la líbido. Cap. 1: Mi madre

El despertar libidinoso de una madre a manos de su querido hijo

PRELIMINAR:

Vuelvo a escribir tras más de 12 años sin hacerlo. Quiero ampliar la saga "El despertar de la líbido", creo que puede serles de su agrado.

CAPÍTULO 1: MI MADRE

El calor de aquella noche de Agosto era insoportable. Tras casi dos horas intentando en vano conciliar el sueño en mi cama, decidí levantarme para beber algo fresco. Era tarde, el reloj del salón hacía rato que cantó las 3. Tras salir de mi habitáculo, me percaté que por las rendijas de la puerta de la habitación donde d...

Donando esperma

Mi primer monólogo va de cuando decidí hacerme donante.

Hola, buenas noches. Me llamo Juan Diego.

Últimamente eso de ser donante esta como que muy bien visto, verdad?:

-¿Sabéis que Segismundo es donante? Anda Segismundo enseñales el carnet de donante-… Y va Segismundo y saca su carnet y lo muestra orgulloso esbozando una sonrisa de tiburón mellao.

Pero mi cuñao, que estudia la FP y es bastante cultureta y tal, me contó el otro día que no es tan fácil hacerse donante. Si fumas, no donas; si bebes no donas; si te drogas ni de coña donas; si...

El despertar de la líbido: mi madre (1)

Un hijo descubre cuánta líbido esconde su madre, la que hasta entonces él consideraba una señora pulcra y recta, usándolo además a él, su propio hijo, como objeto de deseo.

El calor de aquella noche de Agosto era insoportable. Tras casi dos horas intentando en vano conciliar el sueño en mi cama, decidí levantarme para beber algo fresco. Era tarde, el reloj del salón hacía rato que cantó las 3. Tras salir de mi habitáculo, me percaté que por las rendijas de la puerta de la habitación donde dormía mi madre, salía una luz tenue pero artificial. Mi madre seguramente tampoco podía conciliar el sueño debido al calor. Bajé a la cocina y me refresqué con algo de agua y volví al...

Mi tía Lola (4: La leche de mi tía)

Las tetorras de mi tía son una fábrica de producir leche... además ella la usa como objetro sexual... !Menuda hembra!.

Tardó mi tía en recuperarse de aquella bestial corrida anal un rato. Yo, que únicamente había sido un espectador activo, esperé sentado en el borde de la cama de mis tíos, con el pantalón corto y el eslip bajados hasta las rodillas y mi polla enhiesta y empapada de sustancia preseminal, que no paraba de salir. Poco a poco mi tía fue entrando en sí y se incorporó, aun con las tetazas al aire y el hilo del tanga desplazado sobre el glúteo izquierdo. Estaba como desorientada, pero a la vez con una expres...

Mi tía Lola (3: La sesión fotográfica)

Una sesión fotográfica con mi tía de protagonista y con una nueva sorpresa al final... ¡joder con mi tía!.

NOTA:[Aunque la sesión fotográfica y la masturbación anal ocurririeron realmente, las fotos que adjunto no son las reales sino que han sido rescatadas de internet. Mi relato lo he modificado a propósito y está apoyado en dichas imágenes...sin embargo se sorprenderían de cuanto se parece la señorita (o señora) de las fotos a mi tía... las originales las guardo para mí]

En esa postura permanecimos durante un rato, disfutando de nuestro contacto, que ahora, más que lascivo, era de ternura... habíamo...

Mi tía Lola (2: la eyaculación mamaria)

Mi tía es una caja de sorpresas... en su casa descubro un nuevo secreto aun más excitante.

MI TÍA LOLA (2ª PARTE): LA EYACULACIÓN MAMARIA

JUANDIEGO

Regresamos mi tía y yo de nuestro "paseíto", y cada uno se dirigió a su respectiva mesa. Me senté junto a mi madre, pero ignorándola porque mi mente estaba puesta en lo que al día siguiente me esperaba. Mi corazón había adquirido un ritmo tal que creía iba a salírseme por la boca, mi respiración era entrecortada, mis manos estaban empapadas de sudor frío... pero el centro de todas las emociones vividas hasta ese momento era mi pen...

Mi tía Lola (1: El secreto)

El secreto de mi tía no era el que parecía, sino uno aun más sorprendente.

NOMBRE DEL RALATO: "MI TIA LOLA (I): EL GRAN SECRETO"

MI NOMBRE: JUANDIEGO

La vi entrar, con su escotadisimo traje rojo, sus medias negras y sus zapatos de tacón interminable... sabía como seducir a un hombre porque tenía todo lo que una mujer debía tener para ello: era una mujer espectacular, de las que todos llaman explosiva; todo en ella era exhuberante, sus pechos (llegué a saber que necesitaba una talla 110 de sujetador pero que siempre llevaba la 100 para hacer el efecto de aumnto de...