El profesor (8)
Juan va a la torre del señor Gutiérrez para ofrecerle lo que ganó en la subasta: un culo virgen a reventar.
Hubo una subasta y yo estaba allí. Pero no estaba pujando, no. En realidad yo era el objeto que se estaba subastando. Y me gustó y me exhibí como una vulgar puta callejera. Ahora el señor Gutiérrez, que había ganado "el lote" (es decir, el derecho de follarme el culo), se acababa de marchar. Delante del edificio nos encontrábamos yo y Jessi, por fin solos. Ella estaba muy contenta. Andamos un poco para buscar un taxi. Yo seguía vestida con mi camiseta, la faldita, las medias y las botas de tacón, muy...