Vacaciones a la casa de mi abuelo
Eran los ochenta y algo y yo comencé a tener una historia con una de las primeras personas que quizás mas ame en mi vida, este hombre es mi abuelo. En aquella época comencé a sentirme como acorralado por la excitación y la noción de que lo que íbamos hacer. Sin embargo, era un niño y con el tiempo entendí que sublevarse contra el deseo era por ese entonces mucho mas difícil que ahora que tengo 32 años.
Siempre me pareció que el nombre PABLO no concordaba con su edad. Ni parecía razonable que estuviera en pantalones cortos y camisa de colorines de rodillas a donde estaba durmiendo. Ya estaba acostumbrado a los sobresaltos, pero no a ver la oscura y gruesa verga de mi abuelo delante mío.
Nunca sabré cómo contar esto, y si me creerán o no la historia que escribo y que me sucedió de muy chico. Vamos a contarlo despacio, y ya se irá viendo qué ocurre a medida que lo escribo.
Eran los ochenta y...