Necesito Masaje II

Vuelvo a encontrarme a un hetero curioso. Es probablemente un reprimido que para sentirse un machito me usa y lo peor de todo es que me gustó.

Durante varias semanas mis pajas fueron recordando cómo me usó un chaval que un día encontré en un chat. Me había inquietado aquella sensación de excitarme dando  placer a otro tío.

En esas semanas volví a las citas con mis follamigos pero se me hacían demasiado rutinarias y no me acababan de satisfacer.

No me había atrevido a contactarle pero una noche estaba tan caliente que no podía dormir. Pensé un mensaje sugerente pero que no pareciera desesperado y se lo envié.  Como me imaginaba no hubo...

Necesito Masaje

Esos días de suerte en los que buscas morbo y lo encuentras. Un chaval que sale de trabajar y quiere relajarse...

Llevaba una tarde bastante caliente así que cuando llegué a casa me conecté a un chat.

Al contrario de lo que esperaba enseguida me puse a charlar con un chaval de veintiocho que buscaba masaje y mamada.

Me dijo que no quería conversación: llegar y desnudarse.

Nos vimos por cam y estaba bastante bien. Moreno, con el pelo al uno y barba de dos días. Bastante serio y morboso sentado en su coche. Supuse que vendría de trabajar.

Antes de quedar insistió en que él no hacía nada y me pregu...

Entregado a un hetero aburrido

Una tarde ordinaria y un calentón extraordinario hacen que un chaval quede con un hetero al que sobre todo le gusta tener el control. Por primera vez es consciente de que le gusta ser sumiso de un machote. A partir de este momento, poco a poco, se le abren las puertas a un nuevo mundo

Llevaba horas caliente buscando algún plan para pasar la tarde y no había manera. Mucho calientapollas que mandaba foto y mantenía conversaciones morbosas pero a la hora de la verdad no querían quedar.

Por fin hablé con un tío que insistía mucho en la discreción y estaba cerca de mi casa. Treinta y ocho años,  un metro setenta y ocho y setenta kilos. No me concretó mucho pero me aclaró que le gustaba dominar y el morbo pero que no follaba.

A mis treinta ya me había dado cuenta de que me gustaba...

El patinador (I)

Una noche de insomnio contacto con un chaval que anda vagando por las calles buscando relajarse. Con los patines puestos mi cara queda a la altura de su...

Era un viernes noche y tras dos películas aún no tenía ganas de dormir. Me sentí cachondo perdido así que entré en el chat por si coincidía con alguien.

Pronto di con un Nick que buscaba una mamada discreta. Como no disponía de cam quedamos en la calle cerca de mi casa para vernos sin compromiso. Me dijo que era un tío muy normal: 180 de alto, 70 kilos, castaño y con pelo largo. Y efectivamente cuando llegó no había nada en él que me llamara la atención.

La calentura que llevaba encima me animó...

El patinador (II)

Un domingo por la mañana con la familia que acaba con una tarde de sexo desenfrenado, de sorpresas y casualidades. Todo lo que puede ocurrir en un lugar discreto de un parque urbano.

Como algunos domingos me uní al aperitivo con la familia. Nos sentamos en una terraza porque aquella mañana el sol lucía como pocas veces ese otoño.

Justo en frente nosotros había una pista de patinaje donde varios niños intentaban patinar con la consecuente mueca de susto de sus padres cada vez que se tambaleaban. En el otro extremo de la pista tres chavales hacen virguerías saltando y frenando bruscamente.

Uno de ellos me llama la atención. Subido en su patines resulta alto y con buena figura....

Padre y perro-flauta, disciplinado y vicioso

Un recién divorciado busca una forma fácil y cómoda de tener sexo en sus pocos ratos libres. Copia la receta de otro amigo en su situación y busca una chaval joven y manejable. Un chaval de veinte años busca un hombre para realizar sus fantasías. Y se encuentran

Hace unos meses estuve con un tío que conocí en una fiesta y acabamos follando en su casa. Era la primera vez que me dejaba usar de aquella manera. El muy cabrón solo me hablaba para decirme lo que tenía que hacer y cuando se corrió sin mucha diplomacia me invitó a irme.

A pesar del cabreo con aquel hijo de puta  en los días siguientes  tuve fantasías en las que seguía haciendo lo que me decía para darle placer y eso me ponía a mil.

Busqué en internet y me abrí un perfil en una página buscando u...

Ni me lo imaginaba (III)

EL juego fetichista acabó por ser carnal un verano en el que un muchacho descubrió el sexo que realmente le gustaba.

Como todas las mañanas me desperté empalmado pero además aquella mañana también cachondo. Con esa calentura que va más allá de lo físico y que no se pasa con una paja.

Recordaba sus besos, sus olores, sus sabores. Recordaba fotogramas de la noche anterior que supusieron un cambio en mi vida. Mi verdadero despertar sexual que era mucho más excitante que lo que había vivido hasta entonces.

Con la disculpa de quedarme a leer no bajé a la playa con la familia. Esperaba alguna noticia del vecino aunq...

Ni me lo imaginaba (II)

Una primera experiencia fetichista de un chaval le llevó a conocer nuevos placeres que no imaginaba.

Es difícil de creer que en 24 horas casi 7000 personas visiten un relato, así que si quieres motivar a los autores para seguir escribiendo haz una valoración o mucho mejor deja tu comentario.

Este relato está dedicado a los que quisieron saber cómo siguió esta historia que escribo lo más fielmente posible a cómo me la contaron.

Pasé el día inquieto pensando si acudir o no a la cita con el vecino. Pensar en mi primera experiencia y que fuera con un desconocido me tenía nervioso pero a la vez c...

Ni me lo imaginaba

(Primer experiencia gay y fetichista de un chaval con su vecino casado)

Supongo que voy retrasado, al menos para mi generación. Tengo 21 años y en sexo no tengo demasiada experiencia. Algunas pajillas con un amigo holandés durante el Erasmus y ahora, con mi novia, follo sólo de vez en cuando porque ni tenemos sitio ni a ella parece interesarle demasiado.

También es verdad que la primera experiencia fue un poco decepcionante. Tanto hablar de sexo y al final meterla tampoco fue para tanto.

El caso es que me fui de vacaciones con mis tíos y mi primo de dos años a una c...

El machito jerezano

Un día para pensar en todo menos en sexo: resaca de nochevieja, un pijo patilludo en el que nunca me hubiera fijado, estaba casado y aún así...

Todavía con algo de resaca cogí el tren para volver a Jerez. Eran las ocho de la tarde del uno de enero y el vagón iba vacío. Aun así me senté en el asiento que figuraba en el billete. En él último momento subieron dos señoras y un chico y yo me puse a dormitar.

Por lo visto la señora era la mujer del chico y la otra su suegra. Le iban riñendo como dos madres por haberse pasado con la bebida en la comida de año nuevo. A él no le oí.

Abrí los ojos y vi a un típico pijito del sur. Ni gordo ni delg...