Morbo al volante
A veces puedes encontrar morbo en el lugar que menos pensabas y con la persona que menos pensabas.
Había pasado mis noches manejando limusinas y autos de ciudad para un servicio prestigioso en Los Ángeles durante los últimos cinco años, así que no había mucho que pudiera pasar en la parte de atrás de uno que yo no hubiera visto u oído ya. Peleas, drogas, tratos de películas, sexo....mucho y mucho sexo.
La mayor parte del tiempo lo desconecté. Después de todo, el trabajo requería que fuéramos sordos y ciegos a lo que pasara allá atrás, para mantener una distancia profesional con nuestros clientes. P...