Historia de una infidelidad

Una mujer, casada con un hombre mucho mayor que ella, no sabe aún lo que es una relación sexual plena, hasta que en un viaje se entrega al conductor del autocar que la hace sentirse plenamente mujer en la cama.

No sé cómo empezar a relatar la historia de cómo una vida de una mujer decente y corriente pasó a otra cosa bien distinta. Mi nombre es Ana, tengo 39 años y me casé a los 20 con Juan un hombre 20 años mayor que yo. En principio deslumbrada, por alguien con una buena posición social y económica muy distinta a los jóvenes de mi edad. No se si le podría llamar amor pero me cautivó. Ignoraba la realidad de este señor maduro que me llevó al altar. La verdad la supe cuando fue tarde. Se casó para acallar las habl...

Descubrimiento tardio

Una mujer enviuda. Pero su coño estaba viudo ya desde que se casó porque su marido nunca la había follado por un problema de impotencia. Hasta que no provoca a un vecino no averigua lo que es un buen polvo.

Si hace diez años alguien me dice que llegaría a contar un relato de contenido sexual, le hubiera tomado por loco o algo por el estilo.

Mi nombre es Clara, tengo 40 años y desde los 23 estuve felizmente casada con Luis, bueno, lo de feliz eso creía yo. Llevábamos una vida sexual de lo más corriente porque la moral de ambos era de lo más arcaica. Me casé virgen y durante el noviazgo apenas hubo unos pequeños e inocentes toqueteos.

Recuerdo la noche de bodas como una experiencia espantosa. Tenía p...