Sensibilidad y dominación en cuarentena

Una pareja joven, agradable, en mi casa... La amistad llevo al amor y el amor a la intensidad.

Parecía que el aislamiento en un país extranjero iba a ser un agobio, pero en cambio, se convirtió en una experiencia de pasión intensa y de amistad.

Yo conocía las limitaciones del país en el que trabajaba, por eso, compré comida y llené una despensa y el congelador. Yo seguía trabajando en ese país, también estaba acabando la segunda entrega de mi última novela. La ola del virus no había alcanzado aún ese país.

Cuando comenzaron las restricciones para el tránsito de españoles, mi despensa no m...

Me sedujo una rubia preciosa y me la tiré

Un rayo de luz llegó hace quince días a la cafetería donde desayuno todas las mañanas. Es muy bella, es una rubia de ensueño de unos veinticinco años.

Un rayo de luz llegó hace quince días a la cafetería donde desayuno todas las mañanas. Es muy bella, es una rubia de ensueño de unos veinticinco años. La cafetería la frecuenta gente habitual del barrio, mujeres y hombres de todas las edades. Ella se acababa de mudar al barrio, comenzaba a trabajar de becaria en una multinacional. Su belleza era superada por su simpatía, sus vestidos cortos y sus zapatos elegantes de tacón eran una delicia. Cuando Elisa, así se llama, entraba en la cafetería; se hacía un si...

Lavadero de pollas

Nunca hubiera imaginado que existiera un lugar así, pero existe. Aquel rato allí fue fantástico, pienso repetir mas veces.

Desde que empecé a salir de nuevo con los amigos, a los que había dejado de lado por juerguistas, estoy disfrutando mucho. Luis es uno de ellos, siempre sabía dónde ir para vivir la vida. Ahora, tengo cincuenta y cuatro años y estoy disfrutando más que siendo más joven.

Después de mi primer encuentro con Lara, en su casa, con su marido presente, mi libido subió, ¡hasta las azoteas de mi mente! El día siguiente de mi primera penetración a Lara, quedé con a mi amigo Luis. Quería que él me dijera dónde i...

Lara continuación

Algo tan intenso y morboso que no sabía si publicarlo, pero necesitaba contarlo; al igual que necesitaba hacerlo cuando lo hice, como unas ganas intensas de vivir en libertad.

Si leéis el primer relato, este os sabrá mejor.

— (Parte primera de la continuación) —

Hace dos días me llamó por teléfono Carolina, la hermana veinteañera de Lara, quería que tomáramos café y que yo le contara los detalles del encuentro sexual que tuve con su hermana y con su cuñado; encuentro del cual ella presenció el final.

Ya me había dicho Lara que su hermana quería quedar conmigo, ella lo entendía, porque sabía lo morbosa que es su hermana Carolina. Me dijo Lara...

—Juan, ella...

Lara

Lara y su marido, ella con treinta y su marido con treinta y cinco años, me hicieron vivir una experiencia increíble. A mis cincuenta y cuatro años no creía que podría vivir algo así. Con sensualidad y con respeto, pero también con intensidad.

Desde que trabajo de representante estoy conociendo a mucha gente, antes trabajaba en una oficina sin contacto directo con el público.

Cuando me engañó mi mujer y yo la perdoné, mi vida sexual comenzó a apagarse. En un principio lo atribuí a mi edad, cincuenta y cuatro años, y no a la aventura de ella; ya que mi matrimonio había vuelto a la normalidad y al cariño de antaño. Aunque algo no iba bien, y era que, cada vez que imaginaba a mi mujer haciéndolo con aquel hombre, mi deseo hacia ella se esfumab...