Un pervertido con máquina de taladrar

Un pequeño agujero para la humanidad, una gran visión para un hombre.

Hasta ahora he relatado las primeras experiencias con mis dotes de control mental en la serie "un degenerado con poderes", pero estoy atascado en la tercera parte y para oxigenarme un poco quiero contar en un margen otro tipo de recuerdos, lo que era mi mayor perversión antes del accidente: el voyeurismo.

No voy a contar mis experiencias por orden cronológico, no me apetece ahora mismo remontarme a la prehistoria, simple y brevemente quiero relatar la primera vez que conseguí ver desnuda a la her...

Un pervertido con poderes (2: Pepito grillo)

Juan se plantea las responsabilidades en torno a su poder, pero con sus cuñadas delante le resulta difícil concentrarse...

Había salido eufórico del hospital, pero no sé por qué de repente la mala conciencia me cayó encima como una pesada losa. En el camino a casa apenas abrí la boca, sumido en mis pensamientos en el asiento trasero mientras mi mujer que conducía y su hermana en el asiento del copiloto charlaban, no tengo ni idea sobre qué, y eso que alguna vez me preguntaron preocupadas por mi silencio. Yo les dije que estaba bien, sólo un poco aturdido y me dejaron seguir en mi mundo. El recuerdo de lo que había pasado...

Un pervertido con poderes (1: El accidente)

De manera accidental, Juan, un hombre casado de 35 años recibe el poder de conseguir que cualquiera haga lo que a él se le ocurra y lo utiliza con fines sexuales

Me llamo Juan, tengo 35 años, pero podría decirse que he vuelto a nacer. Tuve un grave accidente que por poco pone fin a todo y sin embargo se convirtió en un maravilloso principio, pues a pesar del peligro al que estuve expuesto la única secuela que me quedó, en lugar de alguna tara, fue un gran don.

Hará cosa de un mes, después de un estresante día de trabajo salí a correr a pesar del mal tiempo y ser ya casi de noche, fui además por caminos solitarios. La verdad es que suelo hacer eso porque s...