¿Cómo, qué estás embarazada? Pues vale

Las relaciones sexuales con mujeres embarazadas son una de las fantasias más recurrentes de los hombres. Y si la mujer, además de embarazada, es la de otro, pues mejor que mejor.

¿Cómo, qué estás embarazada? Pues vale

Hola a todos/as.

He leído en algún sitio –probablemente en alguna guía científica- que una de las fantasías más recurrentes entre los animales con cierto nivel de raciocinio es la de tener relaciones con mujeres/hembras en avanzado estado de gestación. Habiendo tenido alguna experiencia al respecto, puedo entender -en parte- que en determinados individuos este tipo de práctica pueda alcanzar la categoría de “fantasía”, aunque si he ser sincero,...

Tan real como la vida misma

Esta es una historia real. Pasen y disfruténla. Si son capaces de llegar hasta el final quiza saquen alguna moraleja que les sirva en sus vidas. Aunque, a decir verdad, de poco me ha servido a mí. Pasen, pasen si se atreven.

Tan real como la vida misma

Hola a todos. Aunque no es la primera vez que escribo en esta web, sí es la primera en que la historia es real. Sé que hay muchos que dicen lo mismo, que le echan mucha imaginación a las historias y que las quieren hacer pasar por verdaderas, como si les hubiera pasado a ellos mismos, cuando no son más que fruto de sus calenturientas mentes. Pero en mi caso es real, y lo es porque me ha sucedido a mí, y puedo demostrarlo a quien lo pida y responder por ello apelan...

Et in Arcadia ego (1)

De cómo, por una suerte de equívocos, llegué a Arcadia, ese lugar donde habitan los dioses e idílicas vestales, dispuestas a hacer gozar a cualquier tipo bien dispuesto, aunque tenga tan poco encanto como tiene un servidor.

Et in Arcadia Ego

¡Estoy en Arcadia, estoy en Arcadia, sin duda, sin duda!

Aquí estoy yo, jugando con los dioses y disfrutando del néctar y la ambrosía típicas de las deidades arcadianas. Esto, o algo parecido, es lo que vivo desde aquel día, algo digno de figurar en los anales de la historia, al menos de la historia vital mía, con grandes letras de oro. Por fin, por una vez en la vida, la suerte me dio la cara, y yo la cogí con ambas manos, con los pies y hasta con los dientes. ¡Y vaya...