El cornudo (II)
La puta de su mujer lo lleva a la única solución cuando se está enamorado y herido en su honor.
El recibimiento del "viaje" fue algo digno de un premio a la mejor actuación , tanto como de mi señora como mío ella efusivamente me recibía, con besos diciendo cuanto me había extrañado, con una sonrisa de alegría por mi parte escondía mis broncas por ser "cornudo" , ya en mi cama, el cargo de aceptar mi cuerpo, recibiendo como lo que en verdad era una reputa, viciosa, gozosa del sexo.
Aparte del conocido amante, descubrí que el encargado de las carnes en el supermercado cruzaba miradas "raras"...