La primera vez siempre es para recordar
No siempre resulta como uno espera, pero a mi realmente me abrió muchas puertas.
A los 16 años trabajaba en un Hotel como ayudante ,desde pequeño había trabajado para poder ayudar a la familia, y este parecía un empleo más. Yo me encargaba de los pequeños encargos de los clientes a cambio de pequeñas propinas y de avisar a las recamareras cuando una habitación era desocupada para limpiarla.
Durante los primeros seis meses me toco ver y oír de todo, lo que me dio una perspectiva de las sexualidad diferente a la de chicos de mi edad, ya que al espiar en las habitaciones lo mis...