Un chico con mucho que contar XXXI
Recuerdos, buenas despedidas y algo más
Cuando regresamos a la casa, Mateo me dijo que Ismael le parecía un chico muy amable y buena onda y la verdad sí, los años le han ayudado mucho, es otra persona.
Después de hablar un rato, nos acostamos, apagamos la luz y el me abrazó por detrás.
-Te amo mucho Santi, mucho- dijo dándome un beso en la mejilla, me apretó fuerte y casi enseguida nos quedamos dormidos.
La semana siguiente que me quedó de vacaciones (del 20 al 27 de julio) me fui a casa de mis papás y ahí me la pase, aunque cas...