Erótika presencia

La aureola de sus pechos pedia a gritos mi boca, mientras su culo estaba sediento de mi leche.

Mi posición era sumamente estratégica, había estado parapetado casi media hora, pero el culo de mi vecina lo merecía.

Por fin llego el momento, reconozco que al principio me decepcione un poco, no podría ver la carnosa raja de su culito, esta vez llevaba un mini short y me tocaba imaginar, como compensación llevaba un ancha camiseta de algodón, convenientemente abierta por las axilas, las tetas grandes y firmes se podía decir que pugnaban por escaparse libres hacia mi boca, nunca me había imagin...

Cada noche, mientras me sueñas

cada noche llego a tu cama, lo hago montado en una nube y cuando aparto tus sabanas...

Le he mentido a la luna para contaros esta historia, se que os preguntareis porque digo esto; muy sencillo, yo la envidio porque allá desde lo alto puede ver a mis amadas ninfas recostaditas en sus sabanas de algodón, algunas en dulces braguitas, otras que vencidas por el sueño, no pudieron quitarse sus tangas manchados con leche teñida y jugos.

Pues eso amigos míos, le he pedido a la luna que me llevara con ella a pasear, que hoy estaba triste y temía naufragar, ella como es tan romántica me ha...

La dulce cálidez de sus braguitas

La tuve tan cerca..., pero la indecision acabó con todo. Aun hoy cuando recuerdo aquella calurosa tarde de mayo el dulce olor de su sexo regresa a mi con fuerza.

Ella era demasiado bella para mí y el dulce olor de su sexo se diluía entre los brazos de otro hombre, odiaba tender la ropa pero era la única excusa que tenia para ver de cerca esas nalgas carnosas que pedían a gritos mi semen.

Desde mi perspectiva y ayudado por sus falditas cortas podía distinguir perfectamente sus blancas braguitas, siempre estaban bien colocadas pero yo esperaba el día en el que por algún accidente aquella morbosa tela dejara al descubierto unos labios que en mi calenturient...

Un volcán en su vagina (3: El desenlace)

Por supuesto la casa se quedó sin pintar.

...Sí, la peor de mis pesadillas se había hecho realidad, la mano izquierda de mi vecina sostenía las desnudas caderas de mi mujer, yo, enfrascado como estaba en follarla no había caído en la cuenta de que toda la escena hacia sido contemplada por mi pareja, creo que en ese momento cualquier tipo de explicación sobraba, sobre todo al descubrir que ella se estaba besando apasionadamente con la chica a la que unos segundos antes había estado a punto de follar, mi rabo de todas perdió fuelle por lo que l...

Un volcán en su vagina (2)

El asunto se caldea hasta extremos inimaginables.

....su coño ardía, y de su ano manaba aun mi leche infecunda. Mientras mordía mi pecho con rabia, dirigió su ira hacia mi rabo, clavando sus uñas en él con saña, lancé un terrible alarido de dolor, quise reaccionar violentamente pero de pronto la sorprendí lamiendo la sangre que manaba de mi herida, ella me había dejado la vagina a escasos centímetros de mi cara, por lo que, aunque aun me retorcía de dolor, separé con fuerza sus muslos y tras conseguir que los flexionara, comencé a comerla el coño

...

Un volcán en su vagina

Un "chapuza" particular.

Y allí estaba yo, sosteniendo una escalera que me conduciría sin duda al cielo con tan solo dar un paso hacia sus braguitas.

Mi vecina norma me había pedido ayuda para pintar su casa y yo acudí gustoso pues estaba secretamente enamorado de ella.

Norma no paraba de hablar y al estar de espaldas no podía o no quería ver hacia donde dirigía compulsivamente mi mirada, desde esa perspectiva no tenia ninguna dificultad para dibujar las líneas de su vulva, y como aquellos labios se mostraban entre...