Pa´acabar el día
Ante esa vista, sólo atiné a sacar mi vergota gruesa y prieta lentamente del hoyito de Emilio y zambullírsela lentamente una vez más, con el fin de apreciar como se perdía mi camote. El placer ante el sentido del tacto, de la vista y el oído fue múltiple, por lo que me moví mucho más rápido y le chaquetee la verga a la misma velocidad.
PA'CABAR EL DÍA
Le saqué mi prieta verga de su boca tan lentamente, que incluso pude ver como al final sólo nos unía un espeso hilo de saliva que se cortó cuando me dijo jadeante:
Papi, por qué me la quitas?, déjame seguir disfrutando mi "caramelo".
Por que viene lo mejor -contesté con autoridad y directamente a sus ojos con mucha lujuria. Ahora no lo vas a sentir como un "caramelo", sino como un fierro caliente que te va a quemar las entrañas.
No papito, no lo hagas -me c...