Chantaje a mi vecina (segunda parte)
Después de conseguir su contraseña de email me enteré de su infidelidad, por lo tanto ya era mía, y podría conseguir de ella lo que yo quisiera.
Ya tenía a mi vecina Nuria de rodillas haciéndome una manada, mientras sus grandes tetas bailaban al son de cada chupada, y ver como esos labios que hasta ese momento solo podía soñar con besarlos, ahora me pertenecian, y me estaban dando un placer inmenso. A los 5 minutos estaba a punto de correrme y Nuria al darse cuenta de los latidos y espasmos de mi pene, abrió su boca e intento separarse, por lo que la sujeté fuertemente la cabeza, y volviendo a amenazarla con su infidelidad, la obligué a que volviera...