Lluvia, viento, calor, frío, fuego

Cuando encontré a las dos chicas perdidas en la montaña no podía siquiera imaginar...

El sendero era áspero, empinado. A veces desaparecía, entre rocas pequeñas –o no tan pequeñas- pero siempre lo encontraba un poco más allá. Afortunadamente, aunque el sol calentaba de firme, había muchos pinos, y su umbría junto con una ligera brisa, aliviaban bastante. De vez en cuando, una nube aislada tapaba el sol durante unos instantes, ofreciéndome una sombra donde no las había. A pesar de ello, estaba cubierto de sudor.

Se trataba de una marcha de dificultad alta, según el plano que encon...

Fantasías después del sexo

Dos amantes se cuentan sus fantasías ocultas.

Silvia chillaba sin ningún reparo, estremeciéndose sin control en un nuevo orgasmo. Yo hacía ya unos segundos que me había corrido dentro de su cuerpo, pero seguí manteniendo mis movimientos hasta que ella se viniera otra vez.

Luego, nos derrumbamos exhaustos sobre la cama. A ambos nos gustaba, una vez calmado nuestro ardor, pasar mucho tiempo acostados frente a frente, prodigándonos mutuamente suaves caricias. Y yo sabía que ella no se cansaba en aquellos momentos de escucharme decirle lo feliz...