Cabalgata
Esa noche tomaste el control y me montaste.
Llegué a tu casa y tuviste que salir a mi encuentro para apaciguar a
tu guardián por lo que sin poderte saludar me pasé a tu casa, segundos
después me alcanzaste y nos abrazamos con cariño, dándonos un beso
breve en los labios al separarnos.
Pasamos a la cocina donde me ofreciste algo para comer junto
con una bebida y mientras lo preparabas platicamos de varias cosas.
Una vez que terminaste regresamos al comedor donde estuvimos
platicando otro poco. Me terminé la co...