Dulce adolescencia
Las adolescentes son un caramelo demasiado apetitoso para dejarlo pasar
Dos días.
Natalia llevaba dos días en nuestra casa y yo no podía tener más hinchados los cojones. Literalmente.
No es que me molestase que mi hermana trajese amigas a pasar una semana en casa, con 18 años estaba en la edad. Yo había pasado mi adolescencia siendo un poco friki, así que no la culpaba por querer socializar. En mi caso las cosas no habían salido tan mal. Me aficioné al gimnasio y empecé a hacer amigos allí. Supongo que a esa afición tenía que agradecerle que 10 años después pasase d...