Querida mama
En aquel momento, yo disfrutaba un sueño reparador, un pinchazo en el capullo me despertó, miré el reloj y eran las siete menos diez de la mañana, habitualmente, la erección me suele venir hacia las nueve, pero esta mañana se había adelantado;
QUERIDA MAMA
En aquel momento, yo disfrutaba un sueño reparador, un pinchazo en el capullo me despertó, miré el reloj y eran las siete menos diez de la mañana, habitualmente, la erección me suele venir hacia las nueve, pero esta mañana se había adelantado; retiré la ropa de la cama, y medio dormido miré con admiración las medidas de mi polla totalmente erecta, me gustaba verla en todas sus dimensiones, me excitaba más; era sábado, y yo los fines de semana duermo desnudo esperando e...