El olor de la cebolla
Hace dos años salió huyendo. No soportaba el olor de la cebolla. Ahora volvió, como volvieron en su ocasión, los anteriores amantes.
EL OLOR DE LA CEBOLLA
Hace ya tanto tiempo que la abandoné, a Ana, que no sé si hice bien en regresar. Me parece que nada ha cambiado. No hago más que acercarme a nuestra casona y ya siento el desagradable olor de los condimentos, ese olor a carne tostada por la cual hace dos años me fui; antes de entrar ya molesta mi olfato ese tufo mezclado de pescado frito y manzana fresca, el mismo hedor por el que una vez me quejé y sólo me dijo que podía largarme cuando quisiera. Y me marché, y ahora no sé...