Renacimiento
El renacimiento de la profesión a través de un encuentro casual con una antigua amistad.
“Me he quedado sin argumentos, no tengo inspiración, se han acabado las historias y las fantasías en mi cabeza”.
Todos los temas le parecían repetidos, manidos, sobreexplotados.
El escritor daba vueltas en el pequeño salón de su estudio, con una taza de té en la mano, preocupado porque la esencia de su vida, la herramienta que hasta entonces le había dado de comer, se le había fundido y esfumado como el humo de un petardo lanzado al aire.
“¿Qué haré ahora? ¿Copiar formatos de otros escrito...