Fantasía de una maestra de escuela

Quería ser follada cómo una zorra, cómo una guarra, cómo una puta, y para ello organicé una cena.

Aquel día estaba dispuesta a romper con todos mis prejuicios.

Así que organicé en mi casa una cena con Julio. Compré dos botellas de buen vino y naturalmente marisco y sushi.

Llegó puntual, a las diez. Yo me había vestido para la ocasión. Un vestidito negro, de tirantes, gran escote y la espalda descubierta. Debajo, un bustier, tanguita minúsculo, ligas y medias. Un disfraz pensé, de autentica puta pija.

Cenamos, y bebimos mientras cruzábamos miradas y conversaciones cómplices. Yo le...