Depravación Adolescente
La sensación de poder, de dominar, de tener el absoluto poder sobre una mujer es una sensación que la mayoría de los hombres sentimos como una de nuestras grandes fantasías, pero ¿y si fuese al revés? Ser el dominado, ser la puta totalmente entregada a la enorme polla de un hombre? Puede que sea una fantasía más o puede que no.
Otro día más, compartíamos el cigarro de después de clase, descojonándonos de Felipe o de nosotros mismos. Como siempre, acabamos hablando de mujeres, bueno, más bien hablaba él contándome como se había follado a Irene en una u otra postura, mientras que lo iba contando notaba como mi polla comenzaba a crecer. Se lo comenté y el me dijo que a el le pasaba lo mismo. Mi mirada se dirigió inmediatamente a su paquete y observe el volumen de su pantalón y como se la tocaba suavemente.
-¿qué coño mira...