Noche en el calabozo

Un joven que conduce a gran velocidad sin licencia es detenido por la policía. Los agentes le obligan a hacerles una mamada camino de la comisaría y una vez en el calabozo se lo entregan como juguete sexual a un enorme negro que le hará delicias.

Aquella noche yo había salido con el coche de mi padre, un deportivo estupendo que yo procuraba usar cuando él no estaba. Claro que había un problema: yo no tenía carné de conducir. Me encanta conducir a gran velocidad, así que puse el vehículo a no menos de 180 kilómetros por hora. Así que no fue raro que, poco después, una sirena se situara detrás de mí. Era la policía. Un coche me adelantó a gran velocidad y se situó delante mía, hasta hacerme parar en el arcén de la carretera. Dos policías bajaron rápid...

Chaperos

Un joven pasa ciertos apuros económicos hasta que decide seguir a un amigo a un conocido parque donde por la noche hay muchos hombres que pagan por tener un cuerpo masculino a su disposición.

El año pasado, cuando tenía 18 años, no me encontraba en mi mejor momento precisamente. Acababa de dejar la escuela, porque era un mal estudiante; vivimos en un barrio marginal y la verdad es que en mi casa hacían falta pelas. Me puse a buscar trabajo, pero la cosa estaba jodida. Me quise poner a repartir pizzas a domicilio, pero como no tenía moto no podía. En los otros trabajos de peón o temporales a los que iba, en todos me decían que necesitaba experiencia, pero yo no la tenía.

El caso es que pasó...