Hoy quiero dos vergas, mi amor. Parte 2
Ahí estaba. Cabalgaba durísimo a Raúl, Santi se acercó y metió su miembro, casi a la fuerza, en mi boca. Dios, que bien se sentía. Comencé a gemir. El plug anal hacía su trabajo de maravilla, me sentía dilatada, lista para recibir a cualquiera de los dos en mi recto. Ansiaba el momento de tenerlos.
Ahí estaba. Cabalgaba durísimo a Raúl, Santi se acercó y metió su miembro, casi a la fuerza, en mi boca. Dios, que bien se sentía. Comencé a gemir. El plug anal hacía su trabajo de maravilla, me sentía dilatada, lista para recibir a cualquiera de los dos en mi recto. Ansiaba el momento de tener dos vergas penetrándome. Qué suerte que Santi aceptó mi propuesta.
–Hoy quiero dos vergas, mi amor.
*–Me encanta que seas así de zorra–me contestó mientras metía dos dedos en mi vagina–. Seguro que esto t...