Se calentó la guerra fría
La calentura llega y la razón se va.
Faltaba medio año para los juegos olímpicos de invierno y ya podía sentir la adrenalina en mi torrente sanguíneo al saber que participaría por primera vez, tenía el puesto de defensa en el equipo de Hockey estadounidense femenino, y entonces la lanzadora comenzó a fallar sus tiros.
Faltando dos meses para viajar a Rusia la capitana anunció un cambio rápido, yo sería lanzadora y aquella chica la defensa, los nervios comenzaron a consumirme a partir de ese momento.
Entonces llegamos a Rusia, una m...