Ganas desenfrenadas
Una noche excitante. Los dos tenían ganas de sentirse el uno al otro. Las ganas no se pudo aguantar más y la noche se empapó de gemidos, jadeos y sudor.
-Y ahora, ¿Qué?- Pregunto intrigada. La cena ha ido muy bien, muy fluida, interesante y excitante. Hemos hablado un poco de todo. Pero el tema estrella ha sido el sexo. Y joder, llevo cachonda desde que empezamos.
-¿Qué te apetece hacer, preciosa?
Me muerdo el labio inferior y lo miro. Él me mira. Nos miramos. Miradas intensas. Miradas cargadas de lujuria. Él sabe muy bien lo que me quiero ahora mismo. Aprieto mis piernas la una con la otra. Sus ojos se desvían y bajan hasta mi perfecto y marcad...