Yarisa

Compartir una habitación de hotel puede traer agradables consecuencias.

En algún momento de la noche, tras la larga jornada de viaje, me despierto. O mejor debería decir que cobro cierta consciencia en la que mis sueños se amontonan con una realidad que no soy capaz de definir. Alguien jadea. Casi sin moverme, toco a Silvia; su respiración es profunda, tranquila y pausada. Alguien jadea.

Es ahora cuando me comienzo a dar cuenta que el sonido viene de la cama de al lado. También el movimiento. Yarisa, nuestra pasajera, se está masturbando. El descubrimiento me llega...

El hombre

Hacía calor; demasiado calor. Apenas si se había levantado el sol y el paisaje ardía. La luz hacía daño a los ojos. El polvo se colaba en la garganta, en la nariz, entre la ropa. Pero no quedaba más remedio que seguir adelante, caminando sin mirar atrás, sin detenerse.

Hacía calor; demasiado calor. Apenas si se había levantado el sol y el paisaje ardía. La luz hacía daño a los ojos. El polvo se colaba en la garganta, en la nariz, entre la ropa. Pero no quedaba más remedio que seguir adelante, caminando sin mirar atrás, sin detenerse.

A la vuelta del camino apareció, como por ensalmo, una pequeña casa de piedra, con el tejado de madera y un más pequeño cobertizo. Junto a la casa, un corral hecho de postes de madera vieja y, dentro, tres mulas dormitaban al sol....

Rahma y Deissam

Rahma y Deissam. El placer se esconde dentro del dolor ajeno. Segunda parte.

A lo largo de toda la semana Rahma vino todas las tardes. A lo largo de toda la semana la estuve follando sobre la mesa del despacho. A lo largo de toda la semana ella lloraba sin parar, en especial cuando sentía que mi polla la penetraba sin piedad, sin consideración. Pero ella no dejaba de venir puntualmente a la misma hora, al terminar yo mi horario de trabajo, con el coño bien afeitado y, ahora sí, con bragas limpias y nuevas; las fue a comprar en el mercado al día siguiente de nuestra primera met...

Ana

Un juego erótico que termina... con quien no debe.

Comida en casa. Pasta a la boloñesa. De postre helado y para beber cerveza con gaseosa. Me gusta cocinar y más cuando tenemos visita: la cocina es una efímera obra de arte, la única que, de verdad, llena el estómago. La comida en la cocina y el café en el salón-estudio; nuestra casa es muy pequeña pero acogedora y decorada con muy buen gusto. El de ella, claro, el mío es un desastre.

Elena viene a casa de vez en cuando desde que nos conocimos en un grupo de teatro aficionado, hace unos meses de...

Rahma

Rahma y Deissam. El placer se esconde dentro del dolor ajeno. Primera parte

Trabajo de abogado en una asociación de inmigrantes. Digo esto porque es fundamental para entender cómo he llegado a la situación que aquí describo. Mi trabajo consiste fundamentalmente en explicar a las personas que por allí vienen pidiendo ayuda que no tiene posibilidades de conseguir documentación para vivir legalmente en Europa. Prácticamente es lo que hago todo el día, decírselo y escucharles en su desesperación. Otras compañeras les ayudan con la vivienda, el trabajo o la comida; también en las...

Jon

En un internado la soledad y la falta de afecto se solucinonan de las maneras más extrañas.

Una de las experiencias más desoladoras para un niño es estar separado de su familia. Y una de las razones habituales de esas separaciones es el ingreso del niño en un internado. Para el que lo ha vivido sabe de la soledad, el miedo y la falta de afecto que, de una forma permanente, afectan al menor. Pues en un centro de este tipo se desarrolla mi historia.

Llevaba en el colegio ya tres años; era de los veteranos a pesar de mis pocos años: doce. Sólo salía de allí en las vacaciones escolares y a...

Sofía

Hay una amiga a la que quiero por encima de cualquier otra.

Lo cierto es que Sofía y yo nos conocemos desde hace ya algunos años: ella era compañera de universidad de mi exmujer. Siempre nos llevamos bien y mucho más desde mi divorcio. Y que nadie me entienda mal, somos amigos, los mejores amigos. Por suerte o por desgracia, justo en la época en el que me tocó mi separación ella se acababa de ir a vivir a Madrid por lo que me tragué toda la mierda esta de la separación solo. Sofía me escuchaba por teléfono y se leía mis cartas, larguísimas y supongo que tedios...

Celeste

Es agradable tener la confianza de las mujeres, sobre todo porque cuando las cosas se ponen calientes nunca esperan eso de ti.

Yo, entre otras cosas, me dedico a trabajar en temas sociales, en ayudar a colectivos desfavorecidos y a personas que, por una razón u otra necesitan que se les eche una mano. Por lo general la cosa es bastante dura y suele ser muy frustrante. También tiene satisfacciones, es verdad, pero no muchas. Una de ellas es que es un mundo, el de la gente que trabaja en estas cosas, de mujeres: puedo estar semanas sin hablar con un hombre, a parte de los camareros en los bares o de los usuarios de nuestros ser...