Encaprichada - Parte 3
También puedo ceder
Me saqué la cinturonga, debajo mi tanga está empapada. Mientras vos descansas tirado boca abajo, amarrado, en la misma posición que cuando saqué el consolador de tu cuerpo. Finalmente estás entregado al placer. Te cuento que el forro salió un poco sucio y me río, no me importa pero disfruto hacerte sentir esa pequeña vergüenza.
Te levanto la cola, quedás apoyado sobre tus rodillas y con la cabeza hundida en el colchón. Me acuesto con la cara abajo de tu pene, lo agarro con una mano y le doy algunos...