No deberías haber venido

Sara y J van a hacer a Marcos, el novio de Sara, un poco más alto...

Viéndolo en restospectiva, ambos sabíamos lo que iba a pasar aquella noche.

Éramos jóvenes, unos 19 recién cumplidos y empezando en la universidad. Sara era por entonces una de mis mejores amigas y la novia de Marcos, mi amigo de la infancia y de toda la adolescencia.

Imaginad a la típica pijita rubia. ¿Podéis visualizarlo? Ojos azules, melena perfecta, uno sesenta y cinco, delgada pero de curvas bonitas, labios gruesos, sonrisa permanente, sociable, sexy,

extrovertida, educada, buena estudia...

Nerea y la Gran Debacle

Todo lo que ocurrió después me destrozó y me hizo...¿más fuerte? Quién sabe. Solo tengo claro que, si pudiera, repetiría ese día una y otra vez.

Recuerdo la primera vez que se dirigió a mí, hace ya casi 11 años. Éramos unos críos y apenas comprendía nada de lo que me pasaba, pero ya me había enamorado de ella sin remedio. Era un martes de invierno, cómo olvidarlo. Acababa de salir de un entrenamiento de baloncesto especialmente duro y, como correspondía a un chaval de 14 años, estaba esperando pacientemente a que mi padre o mi madre me recogieran.

Ella estudiaba piano en el edificio de enfrente, en el mismo colegio, y sí, íbamos a uno de esos...