Madre complaciente
De cómo disfruté de mi madre por vez primera.
Hoy quiero recordar como fueron las primeras veces que desahogué con mi madre mi ímpetu juvenil. A los 16 años puedes hacerte cinco o, seis pajas diarias y, ni así, quedas tranquilo; ya ni recuerdo cuantas veces me masturbaba diariamente, lo que si recuerdo, es que cada noche espiando como mi madre se preparaba para ir a dormir, acompañaba aquella imagen con una fuerte sacudida de cipote. Mi madre era una mujer normal, raza Celta, como toda mi familia, destacaba su hermoso y bien formado trasero, obje...