Las enfermeras festeras

Unas enfermeras que llegan de fiesta y un paciente acojonado que disfruta de un preoperatorio inusual.

Pedro se sentía asustado en aquella sobria cama de hospital, y no tenía ninguna intención de ocultarlo ni ánimos para evitarlo. Solo había accedido a operarse de la maldita hernia porque su novia llevaba meses insistiéndole que eso no podía seguir así, debía de verle un médico urgentemente.

Se sentía ridículo con aquel simulacro de camisón verde transparente que era incapaz de hacer que le ocultase el culo. La enfermera que le dio las primeras instrucciones aclaró que tan solo podía bajar al quirófano...

Ser Paco Payne

2 delincuentes que encuentra cada uno su destino en una de sus aventuras. Mi aportación al XXIII ejercicio de autores en 2014 cuya temática era la ruptura de la personalidad. Publicado con la cuenta Ejercicio.

Tras varios años desde que presenté este relato para el ejercicio decido ahora publicarlo en mi cuenta tal cual y como lo presenté en su momento.

El tema del reto era escribir algo sobre la ruptura de la personalidad y este es mi trabajo.

SER PACO PAYNE

—Parece como autista tío, tiene el mirar perdío.

—Un poco zonao zí que parese, lo mizmo se ha metío argo.

—Tiene pinta de ocurrirle lo mismo que a un colega mío del barrio, nunca se metía nada pero siempre tenía pinta de sicodél...

Burlando a la muerte

Si la muerte te busca con ella te tendrás que ir, no tienes escapatoria. Relato NO erótico.

BURLANDO A

LA MUERTE.

En una de las antiguas paredes de la estancia varios ventanales permiten pasar la alegre luz de aquella mañana del mes de abril, que ilumina

al quieto y dolorido cuerpo de la

hechicera yaciendo en su lecho

Aun sabiendo que el cuerpo que ocupa está en sus últimos momentos de vida, ella se siente tranquila y segura de sí misma. Años de trabajo y experiencia le garantizan que con esta muerte no se concluye su existencia en el mundo.

Está convencida de...

Esa Casa

Le daba miedo esa casa, pero esa mañana se levantó convencido de que tenía que entrar en su interior y enfrentarse a sus temores.

Abrió los ojos de repente, ojeando lo que le alcanzaba el campo de visión sin mover la cabeza, pero suficiente como para cerciorarse que estaba solo.

La escasa iluminación del amanecer que entraba por la ventana era más que suficiente para ver la mayoría de los detalles de su cuarto. Nunca bajaba la persiana del todo, le daba miedo la plena oscuridad, si no veía le faltaba el aire.

Todo allí seguía igual que cuando cerró los ojos antes de dormirse, nada se movió de lugar: los soldaditos de...

Al atardecer te espero en casa

Una romántica bienvenida.

Leía en ese momento la página 63 de esa novela romántica, sentada en el sofá con las piernas estiradas sobre el puf, cuando le pareció escuchar el motor del vehículo de Felipe. Levantó la vista hacia la ventana, agudizando el oído, pero enseguida notó que el sonido de dicho motor no se detenía, sino que atravesaba la calle y se alejaba a lo lejos.

Volvió la vista en busca de la línea donde se había quedado, mientras con la mano derecha se retiraba un mechón de pelo castaño de la cara, colocándos...