Gitana (2)
Tamara pasa una mañana divertida en caso de su esclavo.
Pasé la noche dolorido, con una extraña sensación de placer que a su vez me producía tristeza, ¿ Como podía haber llegado a esto?. Hablaría con ella y le diría que se había acabado, que seguiría trabajando para mí, pero solo eso.
Me levanté temprano, tenía morados en el costado izquierdo y los brazos. Sonó el timbre, y muy nervioso abrí la puerta.
Hola, cerdo, ¿ Me has preparado el desayuno?
Tengo que hablar contigo
No digas nada y ponte a prepararme el desayuno ¡YA!, o sino......