Proyecto Dos

Una aventura homosexual con un antiguo conocido.

Me llamó un día por teléfono y después de los saludos iniciales me preguntó si una tarde podíamos quedar y charlar y tomar unos vinos.

Le dije que sí y aquella misma tarde nos vimos. Tomamos un par de vinos en dos bares diferentes. Y me reí algo. Luego propuso ir a cenar. Acepté porque estaba aburrido, porque hacía tiempo que no salía y por algo de curiosidad. He de reconocer que la cena estuvo bien, aunque la comida no se salió de lo corriente. Escuché y pregunté. Dejé llevar la conversación, puntual...

Cómo me gustaría que fuese la primera vez.

A mis 55 años cómo me gustaría que fuese la primera vez.

Quedamos en el portal de su casa. Le dije hola y le di la mano. Su mirada era huidiza, igual que la mía. El portal estaba abierto. –Pasa me dijo. Y me dejó pasar delante.

En el ascensor las cosas no fueron más fáciles, nerviosismo.

Nos bajamos en el quinto.

Enseguida pasamos a un salon estrecho.

Me quité la cazadora y me senté en el sofá.

Y dije: –¿Tienes un café o algo?

Él se sentó a al lado y puso un poco el brazo sobre mi hombro.

–¿Qué te apetece?

–Una ce...