Unos macarras entran en casa

Unos macarras del pueblo entran a la fuerza en casa, donde vivimos mi prima mayor y yo.

Antecedentes:

Este hecho que os vengo a relatar sucedió en el año 2010 cuando contaba con 16 años. En ese momento, abril del 2010, me encontraba viviendo en casa de mis tios (la hermana de mi madre y su marido) consecuencia de las malas notas que sacaba y del acoso escolar que había estado sufriendo. Mi madre pensó en cambiarme a otro centro pero dado que en mitad de curso no me iban a aceptar me fui a vivir con mis tios a 170 kms de mi ciudad natal ya que mi tio era jefe de estudios en el nuevo centr...

Aquella noche (1ª parte)

Una noche sin interés y un paseo para mitigar el insomnio se convierten en la noche que cambió mi vida. Un altercado, un arranque de valentía, una atractiva mujer y algo de misterio inician una extraña relación que acabarían rompiendo mi inocencia y mi mundo

Era de noche y no podía dormir así que bajé a dar una vuelta por la calle, era un jueves a las 2 y media de la mañana. Salí hacia una dirección con respecto a mi casa, hacia un barrio obrero y no demasiado recomendable por la noche sin tampoco ser de  lo peor de la ciudad.

Yo era un hombre de 22 años, universitario que vivía con mi madre y mi hermana, introvertido en gran grado con ciertos problemas no superados, como una tímidez amorosa enorme. Por otro lado, físicamente estaba bastante bien 1.82, at...

Las tetas nuevas de mi hermana (3ª parte)

Un hombre vacío es un hombre con poco que perder. Justo o injusto no me importaba ya, quería una venganza, un capricho.

Avisé a Claudia de que llegaría más tarde pero que no sabía exactamente cuando, ella ya había salido de su casa cuando le llegó mi mensaje. Al final  no fui, no pude arreglar la lavadora. Le puse una excusa pero no le convenció. Fui a su casa a la mañana siguiente. Simplemente me dijo que aceptaba mis disculpas pero que la dejase en paz, decía que no le agradaba una persona como yo.

Me fui triste. Ahora todo mi mundo se tornaba gris, incluso vacío. Con solo 18 años pensaba que el mundo y mi vida acaba...

Las tetas nuevas de mi hermana (2ª parte)

Tras aquel desagradable episodio mi hermana no me iba perdonar fácilmente... hecho el crimen, tocaba el castigo

Eran las 3 de la tarde y aún seguía en la cama. Me había costado asimilar que lo que había pasado en la madrugada había ocurrido de verdad, quería pensar que solo había sido un sueño.  Pero no, sabía perfectamente que había ocurrido y estaba acojonado con lo que pudiese pasar. No sabía si mi hermana querría denunciarme, contárselo a nuestra madre o simplemente callárselo pero guardárselo con rencor para el resto de su vida. Todas las opciones me perturbaban.

Esa tarde había quedado en ir con unos amig...

Las tetas nuevas de mi hermana (1ª parte)

Mi hermana siempre había sido un elemento y una gamberra que siempre se metía conmigo y se burlaba de mi, pero ahora parecía centrada. Volvía de su erasmus y parecía más cambiada que nunca, sin embargo, algo llamó mi atención; se había operado las tetas.

Tenía 18 años recién cumplidos, vivía solo con mi madre en una casa en un barrio pijo de Madrid. Acababa de acabar bachillerato y el curso que viene comenzaría la universidad en un campus. Tenía ganas de irme de aquí. Mi vida era muy aburrida y yo estaba muy desmotivado. Mis compañeros del colegio privado al que iba eran casi todos muy aburridos salvo el grupo de los populares, que además eran los únicos que pillaban cacho. El resto jugábamos videojuegos, íbamos a jugar al futbol, salíamos a reírnos y beber...

El privilegio de la rebeldía

Por mi parte, la vida dura muy poco y una vez se acaba, no hay más. Salvo una eternidad de simple inexistencia. Por ello, pienso que debemos hacer lo que nos gusta y no arrepentirnos nunca por ello. Mis actos fueron reprobables pero no me arrepiento.

Por mi parte, la vida dura muy poco y una vez se acaba, no hay más. Salvo una eternidad de simple inexistencia. Por ello, pienso que debemos hacer lo que nos gusta y no arrepentirnos nunca por ello. Mis actos fueron reprobables pero no me arrepiento.

Por aquella época contaba con 19 años recién cumplidos, había repetido un curso, en 4º de la ESO por lo que ahora me encontraba en 2º de bachillerato. No tenía la menor idea de lo que quería hacer con mi vida, lo que tenía muy claro era que no quería trab...