Noche de Caza
Un vampiro gay no solo busca algo de sangre fresca, sino tambien sexo.
La noche era fresca, con el otoño cayendo sobre la penumbrosa ciudad, pero ni el frío aire nocturno lograba calmarle la fiebre que consumía su cuerpo. Sediento, miraba con ojos felinos, acostumbrados a penetrar en las más oscuras tinieblas, cualquier movimiento, cualquier sombra que se deslizara a su alrededor.
El callejón solitario hacía eco a sus leves y firmes pisadas. Una rata negra se escurrió bajo sus pies, intimidada bajo su poderosa presencia, y el latir de su pequeño corazón, perceptibl...