La bota derecha del Amo
Nunca he sido fetichista, ni lo soy ahora, pero el Amo, es el Amo.
Soy una cerda, una perra que siempre tiene hambre, hambre de sexo, de orgasmos.
Cualquier roce de Su piel me enciende: una mirada, un pellizco, un beso... Me vuelve loca, devoradora, babosa y cerda. Ummm, cerda, muy cerda. Los instintos más primitivos del animal que vive en mí, salen a la superficie: ansia, sexo, sudor, calor, hambre...
El Amo Se encontraba tumbado en el sofá, y con Su beneficencia me permitió sentarme en el costado que quedaba libre, junto a Sus pies descalzos.
Sus p...