En asuntos de mujeres
Al sobrepasar el listón con mi empleada de hogar, ella se hizo dueña de mis emociones.
EN ASUNTOS DE MUJERES
En realidad, la culpa fue mía por pasarme de listo (sobrepasé el listón con creces)
Ella venía todos los días a mi casa para hacerme las labores de limpieza y algo de comida. Era boliviana y muy sexy a su manera; alrededor de un metro sesenta de estatura, un pelo muy abundante y largo, negro como el azabache, que siempre se recogía delante de mí en un precioso moño improvisado; una carita redondita, con ojitos negros fulgurantes, cejas bien recortadas y pestañas larga...