El jardinero y la falsa princesa - 2
La niña se metió en la piscina nadando mientras yo continuaba mis cosas que hacer, salió y se tumbó en la hamaca empapada. Con el tiempo me acerqué un poco a donde estaba aprovechando que tenía cosas que hacer cerca. No tardé en oírla hablarme.
Llegué el sábado siguiente a la hora de siempre, temprano y como siempre, no abrió nadie así que entré con mi llave, un par de horas después se abrió la puerta de la gran casa y la princesita salió, con las gafas de sol puestas una toalla a la cintura y un bikini pequeño que le sujetaba con fuerzas las grandes tetas apretadas.
Caminó hasta la hamaca de la piscina y dejó la toalla quedándose en un bikini brasileño que casi dejaba ver todo su culo, sonrió al pasar a mi lado, saludando con coquetería, co...