El pueblo y el tío
Mi amiga me invita a pasar un fin de semana a su pueblo, con la buena suerte que también conozco a su tío.
Había terminado los exámenes, y mi amiga me había invitado a pasar el fin de semana a su pueblo. Como eran las fiestas de la comunidad nos tocaba trabajar de camareras sirviendo cubatas, y aunque no cobrábamos mucho teníamos todo el alcohol que deseáramos a nuestra disposición.
Como el pueblo estaba lejos y ninguna de las dos tenía carnet de conducir nos llevó su tío, que también aprovecharía para pasar el fin de semana. El tío de Lucía, mi amiga, era un hombre mayor, de unos cuarenta y tantos años, a...