Ascensor

De pronto, una pequeña mano a pesar de estar encendido el botón oprimió el número 25. Las puertas se cerraron, y el ascensor subió una vez más.

Piso 1

A Ismael le sudaban las manos por los nervios, entró al elevador y presionó el botón con el número 9, luego el 25 y al final el 30. No le importó que su vecino en el elevador lo viera con cara de qué demonios haces, pero; así lo había acordado con Ana. Ismael, un hombre de cuarenta y dos años, divorciado y amante de los retos, vio las puertas cerrarse y sus piernas amortiguaron el impulso del ascensor al moverse.

Impaciente reviso el mensaje más reciente en RETSEX, la app de moda para...

Sexo Efímero

Se acomodó la ropa, se levantó para ir a abrir la puerta con enfado y al hacerlo se encontró con esta mujer de cabellera negra y ojos brillantes. Un par de aretes finos combinaban con el peinado de salón y un maquillaje discreto le daba vida a un rostro hermoso.

—Hola Yurie, ¿Está Erandy? ¿Me la comunicas por favor? Pregunto Ramiro.

—¿Por qué no le marcas a su celular?

—Sí lo hago, pero me manda al buzón de llamadas, así que una de dos, puede que lo traiga apagado o donde anda no tiene buena señal.

—Ni te contestará cabrón, ahorita anda muy lejos con su padre. Pensó ella sin contestar de viva voz.

—Hola… ¿Yuri, Yurie? ¿Estás ahí?

—Eh, sí.

—Está bien, seguiré intentando comunicarme con ella. ¡Chiao!

—Adiós.

Ramiro se p...

La tormenta

El cuerpo juvenil temblaba entre los brazos del padre, él no tenía ni idea de cómo funciona el cuerpo humano ni a qué temperatura puede dar hipotermia pero sus mismos huesos le calaban hasta el tuétano como para saber que esa situación no estaba bien. Tenía que hacer algo.

—Buenas noches a todos nuestros radioescuchas, en este momento son las 10:15 de la noche en nuestra querida comunidad. Si no tiene nada a qué salir se les recomienda quedarse en sus casas ya que el servicio meteorológico ha anunciado que la tormenta de nieve tendrá su caída más intensa alrededor de la media noche provocando un descenso de temperatura de hasta menos 15°. ¡Abríguese bien! Y si tiene con quien abrácese fuerte.

El aviso en la radio se había estado repitiendo cada 15 minutos en las últimas...

El último golpe

Hábilmente me giro para quedar de espaldas a él y me besaba la nuca mientras su verga enhiesta se frotaba entre mis nalgas.

Sentado estoy en la mitad de la sala con una copa de Brandy en la mano, me encuentro rememorando aquella mi primera vez… Con medio siglo de vida transcurrido me ha dado por dejar de ser un lector activo para convertirme en un escritor amateur.

El humo del cigarro en mi cenicero aromatiza el ambiente y el sonido de la lluvia al golpear mi ventana asemejaban el sonido de la regadera de aquel tiempo en que contaba con treinta y tres veranos acumulados en mi piel. El ruido era similar al que hacía el agua...

El Pacto Ha Concluido

Para empezar y no en ese orden de importancia, primero teníamos que tomar en cuenta que si ella había cambiado más de veinte veces el calendario por mis onomásticos Rosario lo había hecho antes otras veintitantas veces más… Sí, me doblaba la edad. Segundo y lo menos relevante tal vez… Era mi madre.

De verdad que no puede ser, la muy perra de Rosario en menos de 24 h era capaz de dejarme dos veces con la verga parada y ansiosa por la excitación.

El día nos había sorprendido, la luz del sol se coló por la ventana dándole a mi pene enhiesto un fulgor sobre la cabeza que se mantenía dura y firme a pesar de haber cogido maravillosamente la noche anterior. Eso era natural como en muchos jóvenes porque por aquellos tiempos el calendario de la sala había sido cambiado una veintena de veces desde de mi p...

Los calzones de Sara

No tenía un cuerpo de Zumba ni de Pilates sino de esos que se forman con los putazos de la vida, el subir y bajar por las calles empinadas donde nos tocó vivir le habían formado unas piernas firmes y torneadas

Estábamos en la cama, Doña Sara y su servidor.

—Vamos, Sarita voltéate…

—Ay no, otro poquito porque así estoy sintiendo rico.

Sarita mi vecina tenía varias semanas coqueteándome pero al vivir tan cerca de mi casa por ende conocía a Lupe mi mujer por lo que tenía que ser cuidadoso si quería echármela al plato. En honor a la verdad Doña Sara era de muy buen ver y con sus treinta y pico de años conservaba un cuerpo muy bonito. No tenía un cuerpo de Zumba ni de Pilates sino de esos que se form...

El Segundo Golpe

¿Qué me estaba pasando? estaba consciente de que mi amante no tenía pechos grandes y redondos, tampoco tenía un trasero levantado. Hasta el aroma era diferente. Pero me sentía excitado, el besar su cuello, el oírlo jadear mientras mis manos lo acariciaban me enardecían la piel

Un par de cuadras antes de la parada del bus había un rincón oscuro que daba cierta intimidad a los amantes furtivos. Eduardo y yo pasamos por ahí cuando nos encaminamos con la firme idea de que cada quien se iría a su casa. Era justo descansar después de una semana de trabajo, los recuerdos de la semana anterior  y un par de horas de charla en el billar.

En ese rincón era habitual mirar las siluetas de las parejas atrevidas y más en los días viernes como éste donde el destino dicto que estuviera vací...

El Pacto está cambiando

Mamá se dobló en espasmos, las piernas le temblaban mientras gemía muy fuerte. Podía sentir cómo estaba teniendo un orgasmo y mi ego se alimentó de sus jadeos.

—¿No vienes?

Escuche la voz de Rosario quien me llamaba desde su cuarto. Tenía poco tiempo de haber vuelto a la casa materna después de un fallido matrimonio, —¿Quién lo diría?— apenas rebasaba los 20 años y ya era un hombre separado; con la responsabilidad de una hija pequeña más la obligación de pasar pensión a la joven madre.

Rosario mi madre, había adaptado la que fue mi recamara durante muchos años en un cuarto de costura para solventar sus gastos, por lo tanto su ingreso le daba lo suficie...

El Golpe

Mas tardo el joven aquel en golpear a mi amigo que al mismo tiempo que Lalo se tomaba el rostro por la agresión mi puño cerrado ya viajaba directo a la cara del agresor, con la puntería y fuerza necesaria para derribarlo en el suelo.

Cerré los ojos y vi la imagen del camino que se recorre desde la entrada de su casa hasta su cuarto.

Seguí el camino de las escaleras hasta la puerta de su recamara donde justo al costado de ésta estaba el marco de la ventana, donde por la esquina de la cortina que no lo cubría del todo me dio acceso a la visión del interior; pude verme acostado en la cama con mi pareja recostada boca abajo sobre mis piernas, sus pies sobresalían de la orilla de la cama y se distinguía perfecto el subir y bajar de su...

El Funeral

Poco a poco empezamos a cortar la tensión por la noticia y aunque no recuerdo muy bien habrán sido alrededor de las diez de la noche que la primera vigilancia llegó, era mi madre quien nos dio de cenar y nos dispuso acostar. Mi prima en su cuarto y yo en la cama de mi tía.

Es curioso cómo llegan los recuerdos a tu cabeza. Estoy sentado en la sala viendo las pocas fotos familiares que tengo y en una está ella… Cindy, mi prima. Cindy es la mujer que recibió mi primera eyaculación, pero no mi primer orgasmo. No, mi primer orgasmo fue con el asta bandera de mi escuela muchos pero muchos calendarios atrás.

En ese año estaba en primer lugar de las listas musicales la canción With or without You de U2, y yo estaba a punto de concluir un ciclo escolar que se juntaba con la sali...