Sumisión Virtual
Él la deseaba, y ella estaba dispuesta a todo para satisfacerlo. Él se excitaba viendola desnuda, pensando que eran sus manos la que recorrian sus caderas y sus pechos de diosa oriental. Ella era feliz satisfaciendolo. El quiso que otro la tubiese, que otro la lamiese y la penentrase. Ella ordenó y dejó la cam web encendida.
Dos monitores encendidos. Dos CPU conectadas. Dos personas que desean tocarse, pero sus palabras solo alcanzan para masturbar su imaginación.
Él le pide a ella que se saque la tanga blanca, chiquita y de algodón. Ella obedece, y tras un nuevo pedido enciende la web cam.
Esta a medio vestir, con su ropa interior en la mano derecha, y siente el impulso loco de bajar su mano hasta el entrepierna que espera lantente y húmedo. Delínea suavemente el contorno de los labios de su sexo, juguetea co...